EL PROCESO DE LA COMPOSICIÓN ESCRITA

Tal vez, ante alguna tarea de escritura, hayas sentido desconcierto. Es natural, porque el acto de escribir conlleva una serie de conocimientos y operaciones que pueden confundirte si no los reconoces y los entiendes. Además, cada tarea de redacción parece una experiencia nueva y distinta a las que le han precedido.

Sin embargo, el proceso de la composición escrita es, básicamente, el mismo para todos, aunque cada persona lo lleva a cabo de maneras diferentes. Dos investigadores norteamericanos, Linda Flower y John Hayes, trataron de describir lo que hacemos cuando enfrentamos una tarea de escritura. Ellos explicaron que, cuando alguien te requiere un trabajo escrito como un ensayo o una monografía, te enfrentas a un “problema”. De hecho, la tarea de redacción que se te ha asignado, es un problema retórico que debes resolver. No obstante, desde el inicio, tienes unos recursos para encararlo.  

En tu memoria a largo plazo, puedes tener algún conocimiento del tema, como de la audiencia que recibirá tu trabajo y, posiblemente, tus experiencias de redacción anteriores te ayudarán a determinar la ruta a seguir esta vez. Por ejemplo, si has escrito anteriormente un ensayo o una monografía, será más familiar el proceso y tendrás mayor control sobre él.   

Realmente, desde el momento en que se te informa la tarea de redacción que debes llevar a cabo, comienza el proceso de composición, aunque no hayas escrito nada todavía. Ya empiezas, mentalmente, a tomar decisiones y a repasar los conocimientos con los que cuentas para solucionar el problema retórico. 

Ahora, observa el siguiente organizador gráfico.

El proceso de composición conlleva tres subprocesos que seguramente reconoces: planificación, textualización y revisión. Como puedes observar, cada uno de ellos implica varias operaciones que todos llevamos a cabo, a nuestro modo. Al mirar su representación gráfica, podrías tener la impresión de que se trata de un proceso lineal, es decir, que progresa directamente desde un principio hasta un fin, no obstante, eso no es precisamente así. Verás cómo las operaciones que realizamos se alternan y se retoman constantemente una vez que iniciamos el proceso. Por ejemplo, puedes estar organizando algunas ideas al momento en que surgen otras nuevas en tu mente, o puedes estar revisando tu borrador y se te ocurre algo (generación de ideas) que puedes intercalar en algún párrafo (organización). Ahora, te invito a mirar algunos detalles del modelo, como a través de una lupa.

 
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Universidad Interamericana - Recinto Metro